LA HABANA, El Gobierno de Cuba manifestó su oposición al reciente despliegue militar de Estados Unidos en aguas del mar Caribe, cercanas a Venezuela, calificándolo de una "amenaza grave" a la soberanía regional. Según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, esta acción es vista como una demostración de fuerza que desafía la autodeterminación de los pueblos de América Latina y el Caribe.
La Casa Blanca había anunciado su intención de utilizar "todo su poder" para detener el flujo de drogas hacia su territorio, lo que incluye el envío de buques y tropas a dichas aguas. Además, el gobierno estadounidense incrementó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del presidente venezolano, Nicolás Maduro, a quien acusan de violar leyes de narcóticos.
Por su parte, la Cancillería cubana rechazó estas imputaciones, calificándolas de "pretexto absurdo" sin fundamento. Argumenta que la propia Agencia para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos no menciona a Venezuela en su informe como facilitador de operaciones de tráfico de drogas hacia el norte.
El comunicado cubano también critica a Estados Unidos por ser "el mayor mercado de estupefacientes en la región y posiblemente en el mundo", según el Informe Global de Drogas de 2025. Enfatiza que las redes de estímulo al consumo y tráfico se encuentran principalmente en territorio estadounidense.
Cuba reafirma su compromiso con la lucha contra el tráfico de drogas y la defensa de la soberanía nacional, mientras hace un llamado a la comunidad internacional a denunciar las "nuevas demostraciones de fuerza imperialista". La Habana, en su apoyo histórico a Caracas, considera estas acciones como intentos de sabotaje al desarrollo de Venezuela.